Destacado Internacional 

Líder de la derecha francesa no podrá ser candidata a presidenta 2027

La Corte Penal de París declaró a Marine Le Pen (46), líder del partido de ultraderecha Agrupación Nacional e hija menor del histórico líder de la derecha francesa Jean-Marie Le Pen, culpable del delito de malversación de fondos del Parlamento Europeo.

Le impuso una pena de cuatro años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos por cinco años

Otros ocho miembros del partido de ultraderecha también fueron declarados culpables.

La dirigente no irá a prisión, aunque dos de los cuatro años de condena los cumplirá con un brazalete electrónico.

Trabajo partidario con fondos públicos

Según el fallo judicial, el partido de Le Pen, que fue miembro del Parlamento Europeo entre 2004 y 2017, había puesto en marcha de «forma concertada y deliberada» un «sistema de malversación» de los 21.000 euros (22.700 dólares) al mes con los que cuenta cada eurodiputado para pagar a sus asistentes parlamentarios.

La corte calculó el monto del perjuicio total en 2,9 millones de euros (3,13 millones de dólares).

Le Pen y otros ocho miembros de su partido hicieron «pagar al Parlamento Europeo» entre 2004 y 2016 los sueldos de sus asistentes parlamentarios, que «en realidad trabajaban para [su] partido».

“Muerte política”

Aunque se anticipó que apelará la sentencia, la líder de la ultraderecha francesa había afirmado que si finalmente se le impedía concurrir a los comicios, se trataría de su «muerte política».

La diputada de la Asamblea Nacional (Congreso francés) fue candidata a presidenta en 2012, donde ocupó el tercer lugar con el 18% de los votos.

En las elecciones presidenciales de 2017 ​terminó segunda en la primera vuelta con el 21,3% y perdió el balotaje con el 34% de los votos ante el actual presidente Emmanuel Macron, que lleva ocho años en el poder.

En el 2022 también perdió las elecciones presidenciales en balotaje contra Macron, pero con el 41% de los votos.

Le Pen moderó las posturas más controvertidas del partido y expulso miembros acusados de racismo o antisemitismo, incluyendo a su padre en 2015. También moderó su postura sobre el aborto, el matrimonio de personas del mismo sexo y la pena de muerte.

Pero mantuvo su postura contra la influencia norteamericana y el multiculturalismo, que considera «un arma para el extremismo islámico».

Le Pen negó todas las acusaciones en su contra y las calificó como un ataque político con el objetivo poner fin a su carrera.

«Hay 11 millones de personas que votaron por el movimiento que represento. Potencialmente millones de franceses se verían privados de su candidato en las elecciones».

Le Pen aseguró que se consideraba aceptable adaptar el trabajo de los asistentes pagados por el Parlamento Europeo a las necesidades de los diputados, incluso si este trabajo estaba relacionado con las actividades internas del partido.

Noticias relacionadas